Opinión

Centros de salud conformando comunidad cuidadora

Jara Cubillo Llanes1 y Marta Sastre Paz1,2

1. Médicas de familias y comunidades, pertenecen al grupo motor de #LosCuidados
2. Colectivo Silesia

Tras un proceso de reflexión y trabajo colectivo en torno al proyecto #LosCuidados nos preguntamos cómo podrían ser los centros de salud para que incorporen, desde la perspectiva de los cuidados, un enfoque comunitario.

Los centros de salud son un recurso más de la Comunidad. Como tales, formando parte de la misma, no siendo sus protagonistas, ni su “centro” como su nombre mal indica, cuidan, acompañando a las personas, a toda la Comunidad.

Llevar a cabo las clásicas características de la atención primaria (integral, integradora, continua, longitudinal, accesible, multidisciplinaria, participativa y de alta calidad) representa una herramienta poderosa para la equidad y sería lo deseable para fomentar ciudades cuidadoras. Pero esta tarea no es sólo de las y los profesionales que en este nivel de atención desempeñamos nuestra labor, sino también de la propia administración, dotando de los medios necesarios para poderla desarrollar.

Los centros de salud cuyas puertas y ventanas están abiertas a la comunidad, de la que forman parte, tienen relaciones y vínculos más estrechos con otros recursos, servicios y con la población, formando así parte de una red de activos para la salud del territorio de referencia.

Las puertas de los centros de salud deben estar abiertas a todas las personas garantizando que exista una universalidad real de acceso y facilitando más la atención a aquellas personas que más lo necesitan, superando barreras existentes (físicas y de otros tipos, como las de documentación), lo que contribuye en gran medida a la equidad en salud.

Abrimos las ventanas del centro de salud para pasar consulta mirando a la calle, para que la atención que se les proporciona a las personas sea contextualizada, teniendo en cuenta todos los factores que están influyendo en su salud, y en la de sus vecinos y vecinas, así como las características del barrio, la población, sus recursos y necesidades.

Conocer la historia del barrio donde está el centro de salud, su urbanismo, las características sociodemográficas, los recursos, los grupos formales e informales que en él trabajan… es algo indispensable si queremos entender las causas de los problemas de las personas así como abrir el abanico de las posibles soluciones a los mismos. A veces en los barrios hay factores o recursos que pueden mejorar el bienestar de sus vecinos y vecinas, y podemos desde las consultas recomendar su uso como parte de un plan de actuación consensuado con la persona.

Por lo tanto, la consulta individual habitual será específica en cada persona, teniendo en cuenta su contexto. No se trata de atender dolores de barriga o cabeza, sino a personas concretas en circunstancias concretas que tienen esos síntomas y, por lo tanto, la manera de abordarlo será diferente en cada caso.

Pero también abrimos las puertas del centro de salud para salir a la calle y hacer atención domiciliaria, que es parte de la tarea de los y las profesionales que trabajan en los centros de salud y supone una manera más, cercana y accesible, para poder ir conociendo y dándonos a conocer al barrio, fomentando vínculos con diferentes miembros de la Comunidad, personas y recursos. De ahí que normalmente a los domicilios de las personas a quienes atendemos desde un centro de salud se pueda llegar a pie desde el mismo. ¡Qué mejor manera de vincularnos y observar la Comunidad!

Las y los profesionales del centro de salud podemos generar espacios grupales de enseñanza-aprendizaje, de ayuda mutua dentro y fuera del centro de salud, así como participar en actividades de educación para la salud que nos soliciten otros recursos como centros educativos, asociaciones vecinales, centros municipales de mayores, etc. A veces solo se conocen los grupos que apoyan la lactancia materna o aquellos que se realizan con la temática de alguna enfermedad, sin embargo, los contenidos que se trabajan a nivel grupal pueden ser muy diversos. Será clave que dichas intervenciones fomenten la participación, partan de lo conocido por el grupo sobre el tema y tengan en cuenta sus actitudes y habilidades para poder fomentar cambios en sus vidas.

La Comunidad tiene sus propios procesos y es interesante que desde los centros de salud los conozcamos y participemos en ellos, sumándonos a las iniciativas ya en marcha y lideradas por otras/os. Pero también podemos impulsar y acompañar procesos de desarrollo comunitario, en función de las necesidades detectadas de forma conjunta con los vecinos y las vecinas del barrio, siendo ésta una de las maneras para avanzar hacia el cuidado y lo común en las ciudades.

Una ciudad cuidadora no sólo es donde la gente se saluda, se conoce, se echa en falta y se para a saludar o charlar unos minutos en su quehacer cotidiano, también es donde las administraciones ponen los medios y recursos para que todas las personas puedan alcanzar su mayor nivel de salud, tengan capacidad de control y toma de decisiones en su vida para considerarse saludables y permitan los encuentros, las relaciones y la vida cotidiana de la manera más provechosa y feliz.

Disseny gràfic i web: Mineral Coop V